Historia

El grupo se funda en noviembre de 1989, siendo el promotor y fundador Antonio Vallelado Yustos. Como todos los grupos representados en esta Federación, el nuestro de San Juan también aportó su presencia en este Reino de Murcia en la época que conmemoramos, y ésta es una breve pincelada de la historia de la Soberana Orden de los Caballeros de San Juan de Jerusalén. La Orden de los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Jerusalén fue fundada con fines benéficos y puramente piadosos por el bienaventurado hermano Gerardo en el año 1070 en Jerusalén, para convertirse en 1113 en orden religioso-militar, adquiriendo gran fama por las hazañas bélicas en que participó.

Como estandarte, la Orden tomó la cruz de paño blanco y ocho puntas, símbolo de las ocho bienaventuranzas, tomando como Regla la de San Agustín y como hábito el de color negro. Los Caballeros de San Juan de Jerusalén han sido históricamente conocidos por los diferentes asentamientos que tuvieron: así, en 1291 eran los Caballeros de Chipre, en 1309 los Caballeros de Rodas, en 1530 los Caballeros de Malta, nombre por el que actualmente se les conoce. A partir de 1267 la Orden ha estado siempre regida por un Gran Maestre, elegido democráticamente de entre sus miembros. Estaba formada por ocho divisiones territoriales llamadas lenguas, subdivididas a su vez en encomiendas, y éstas en prioratos y bailías. Si la Orden de San Juan de Jerusalén había nacido para la asistencia de los pobres y enfermos, ésta sigue siendo hoy en día su actividad fundamental, dedicándose a gestionar hospitales y ocupándose de la educación de los niños y la protección de los emigrados y refugiados.

Los trajes oficiales de esta mesnada son dos: uno de terciopelo color rojo magenta, en honor al que ostenta la bandera de la Región de Murcia, y el otro el negro, como originariamente vestía la Orden de San Juan. Los dos trajes llevan como complemento la capa negra con una gran cruz blanca de ocho puntas en la espalda y también metales, casco, hombreras y muñequeras, espada y daga. Las Damas también tienen dos trajes: uno de terciopelo rojo magenta sobre vestido blanco, con corona y velo blanco y capa negra con una cruz de ocho puntas; y uno negro con diadema y redecilla, con una capa blanca.

En la semana de Fiestas, el Gran Maestre, asistido por el Capítulo General de la Orden, celebra las tradicionales bodas festeras por el rito sanjuanista, en las que el último día (siempre el lunes previo a la subida de la Virgen de la Fuensanta a su santuario) se celebran las bodas de los reyes moro y cristiano en un acto emotivo y festero. El día domingo de la Fiesta también es tradicional celebrar una misa de campaña en la puerta de nuestra ‘iglesia’, a la que asisten gran número de festeros de todos los grupos y personas en general. En los días de la Fiesta iniciamos una ‘Procesión de las Velas’, en la que satirizamos las anécdotas más divertidas ocurridas a lo largo del año festero.

El Krak de los Caballeros

El Krak de los Caballeros (Krak des Chevaliers en francés, fortaleza de los caballeros en una mezcla de árabe y francés) es un castillo situado en la actual Siria que fue la sede central de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén en Siria durante la época de las cruzadas.

El castillo se construyó en dos etapas. En la primera se levantaron los muros exteriores y un núcleo interior de pequeñas edificaciones cuadradas, de forma que para 1170 la fortaleza estaba terminada. En 1202 un terremoto afectó a parte de las fortificaciones, de forma que poco después se acometió una profunda reestructuración. Así surgió el núcleo actual de fortificaciones y las defensas exteriores: un muro externo de treinta metros de anchura con siete torres de 8-10 metros de anchura, creando una fortaleza concéntrica. Las laderas escarpadas del espolón se aprovecharon con fines tácticos.

Aunque el risco en el que estaba situada proporcionaba un emplazamiento ideal, una fortificación situada en este punto poseía dos púntos débiles: la puerta principal y el flanco sur, abierto a la llanura. Para proteger este expuesto lado, se levantó un muro de albañilería con tres grandes torres, precedido de un enorme parapeto de mampostería que en algunas zonas medía 25 metros de espesor.

El problema de la entrada se resolvió haciendo que el acceso a ella se construyera en zigzag por el declive escarpado, de manera que un posible invasor se expondría durante su asalto al fuego de los adversarios. Entre las puertas exterior e interior, un angosto pasillo entre muros y defensas colosales.

La posibilidad de rendir la fortaleza mediante asedio también resultaba inútil. La fortaleza poseía un almacén de 120 metros de largo y almacenes adicionales excavados en el acantilado bajo la fortaleza, donde se almacenaba agua y alimentos suficientes para mantener largo tiempo a una guarnición de 2.000 hombres. Se estima que podría haber resistido un asedio de cinco años.

Además del control de la ruta hacia el Mediterráneo, los caballeros hospitalarios ejercieron cierta influencia sobre el lago Homs al este, donde podrían haber controlado la industria pesquera y vigilado los ejércitos musulmanes reunidos en Siria.

En 1163, la fortaleza fue infructuosamente asediada por Nur al-Din. Después de su victoria, los hospitalarios se convirtieron en una fuerza virtualmente independiente en la frontera del condado de Trípoli. Fue asediado, también infructuosamente por Saladino en 1188. Finalmente, fue el sultán de Egipto, Baibars, quien tomó la fortaleza (8 de abril de 1271).

En aquel entonces, la guarnición de hombres era escasa. Un año antes, la Octava Cruzada había fracasado y el envío de ayuda desde el oeste resultaba imposible. Durante varias semanas, las fuerzas de Baybars minaron la torre sudoeste del muro exterior hasta que se derrumbó. sin embargo, cuando los atacantes penetraron en el recinto, se encontraron ante la segunda línea fortificaciones, también imponentes, que aún les cerraba el paso.

Baybars, no queriendo aceptar la derrota o la posibilidad de un largo cerco, recurrió a la astucia. Según los historiadores árabes, se valió de una paloma para enviar una carta falsa al castillo. El mensaje decía venir del gran

maestre de la orden hospitalario y ordenaba la rendición de la tropa, pues no era posible enviarles hasta allí socorro alguno. La orden fue obedecida y Baibars pudo capturar la fortaleza. Además, concedió caballerosamente a la guarnición un salvoconducto para que se trasladara hasta Trípoli.

Baybars refortificó la fortaleza y la usó como base en su campaña contra Trípoli. También convirtió la capilla en mezquita. Los mamelucos la utilizaron posteriormente en su ataque a San Juan de Acre en 1291.

La fortaleza es uno de los pocos lugares donde el arte cruzado (en forma de frescos) se ha preservado. Eduardo I de Inglaterra, durante la Novena Cruzada en 1272, vio la fortaleza y la usó como ejemplo de sus propios castillos en Inglaterra y Gales. Según expresión de T.E. Lawrence, el Krak de los Caballeros es el castillo más admirable del mundo. El castillo fue construido por los cruzados sobre un espolón del desierto sirio con el fin de proteger la ruta que unía la ciudad siria de Homs (bajo dominio musulmán) con Trípoli (Líbano), capital del condado del mismo nombre, en la costa del Mediterráneo.La fortaleza original había sido construida por el emir de Alepo. Fue capturado por Raimundo IV de Tolosa en 1099 durante la Primera Cruzada, pero fue abandonado cuando los cruzados siguieron su ruta hacia Jerusalén. Fue recuperado por Tancredo, príncipe de Galilea en 1110. Raimundo II, conde de Trípoli, se lo cedió a los caballeros hospitalarios en 1142. Durante el siglo y medio siguiente, los caballeros construyeron una imponente fortaleza, la mayor de Tierra Santa, que resistió al menos doce asaltos por parte de los musulmanes.

Construcción:

El castillo se construyó en dos etapas. En la primera se levantaron los muros exteriores y un núcleo interior de pequeñas edificaciones cuadradas, de forma que para 1170 la fortaleza estaba terminada. En 1202 un terremoto afectó a parte de las fortificaciones, de forma que poco después se acometió una profunda reestructuración. Así surgió el núcleo actual de fortificaciones y las defensas exteriores: un muro externo de treinta metros de anchura con siete torres de 8-10 metros de anchura, creando una fortaleza concéntrica. Las laderas escarpadas del espolón se aprovecharon con fines tácticos.

Historia:

Aunque el risco en el que estaba situada proporcionaba un emplazamiento ideal, una fortificación situada en este punto poseía dos púntos débiles: la puerta principal y el flanco sur, abierto a la llanura. Para proteger este expuesto lado, se levantó un muro de albañilería con tres grandes torres, precedido de un enorme parapeto de mampostería que en algunas zonas medía 25 metros de espesor.
El problema de la entrada se resolvió haciendo que el acceso a ella se construyera en zigzag por el declive escarpado, de manera que un posible invasor se expondría durante su asalto al fuego de los adversarios. Entre las puertas exterior e interior, un angosto pasillo entre muros y defensas colosales.
La posibilidad de rendir la fortaleza mediante asedio también resultaba inútil. La fortaleza poseía un almacén de 120 metros de largo y almacenes adicionales excavados en el acantilado bajo la fortaleza, donde se almacenaba agua y alimentos suficientes para mantener largo tiempo a una guarnición de 2.000 hombres. Se estima que podría haber resistido un asedio de cinco años.
Además del control de la ruta hacia el Mediterráneo, los caballeros hospitalarios ejercieron cierta influencia sobre el lago Homs al este, donde podrían haber controlado la industria pesquera y vigilado los ejércitos musulmanes reunidos en Siria.
Asedios:
En 1163, la fortaleza fue infructuosamente asediada por Nur al-Din. Después de su victoria, los hospitalarios se convirtieron en una fuerza virtualmente independiente en la frontera del condado de Trípoli. Fue asediado, también infructuosamente por Saladino en 1188. Finalmente, fue el sultán de Egipto, Baibars, quien tomó la fortaleza (8 de abril de 1271).
Rendición:
En aquel entonces, la guarnición de hombres era escasa. Un año antes, la Octava Cruzada había fracasado y el envío de ayuda desde el oeste resultaba imposible. Durante varias semanas, las fuerzas de Baybars minaron la torre sudoeste del muro exterior hasta que se derrumbó. sin embargo, cuando los atacantes penetraron en el recinto, se encontraron ante la segunda línea fortificaciones, también imponentes, que aún les cerraba el paso. Baybars, no queriendo aceptar la derrota o la posibilidad de un largo cerco, recurrió a la astucia. Según los historiadores árabes, se valió de una paloma para enviar una carta falsa al castillo. El mensaje decía venir del gran maestre de la orden hospitalario y ordenaba la rendición de la tropa, pues no era posible enviarles hasta allí socorro alguno. La orden fue obedecida y Baibars pudo capturar la fortaleza. Además, concedió caballerosamente a la guarnición un salvoconducto para que se trasladara hasta Trípoli.
Baybars refortificó la fortaleza y la usó como base en su campaña contra Trípoli. También convirtió la capilla en mezquita. Los mamelucos la utilizaron posteriormente en su ataque a San Juan de Acre en 1291.

Los Caballeros hospitalarios

La orden de San Juan del Hospital, fundada unos pocos años antes de la primera cruzada, sufrió una profunda transformación con la fundación del reino latino de Jerusalén. A imitación de los caballeros templarios, los hospitalarios se convirtieron en un verdadero ejército cuya finalidad era proteger a los peregrinos que se dirigían a los Santos Lugares.